lunes, 18 de julio de 2011

Laundry

Andando por una calle, paro en la lavandería, era una experiencia fascinante, parecíamos desprecio social, el suelo de cuadros blanco y negro nos insulta, nos recuerda la irónica carencia de lavadora, miran desde la calle, escoria humana o muerte económica.
Cada uno es una historia, el hippie en sus últimas horas a la espera de su crisis de los 40, el viejo al que la vida no le quiso sonreír, la mujer acompañada de una cerveza y su más fiel amigo, el tabaco, la familia que es novata en estas lides, incluso han traído una cámara, 2 chicos que pretenden ser chic y modernos, paladines de la moda, ovejas del rebaño... Curioso, con eso sueñan...
Esta lavandería es una caja de pañuelos, y cada uno de nosotros somos una historia escrita en un pañuelo, a la espera de que alguien nos regale sus mocos.

domingo, 17 de julio de 2011

Enséñame a amar

Alzo mi vista hacia el mar,
te intento encontrar,
te veo bañada en la pleamar,
sólo te puedo amar.

Ojalá te pudiera pertenecer,
ojalá te acompañara en el atardecer,
y en la cama viéramos el amanecer,
ojalá contigo pudiera perecer.

Enséñame qué es amor,
que resuene mi tambor,
porque me distes ardor,
porque descubrí amor.

miércoles, 13 de julio de 2011

Tengo una mala noticia

Batas blancas, bolígrafos de plástico, pijamas verdes, comida envasada, colchón y sábanas olor a desinfectante, miradas de compasión, lágrimas escondidas, conversaciones banales, pastillas, cables… Todo aquello maltrataba su vida, su joven vida, que apenas había empezado a brotar cual linda y genuina flor muestra orgullosa sus frágiles pétalos, una vida que se torció con la funesta frase, “Tengo una mala noticia”, a partir de ahí su cuerpo empezó a debilitarse, la gente que lo veía le lanzaba una mirada de confusión y tristeza, gente de la que no se acordaba acudió a verla, echó en falta otros que no volvió a ver, mientras, su vida se convirtió en un tonel vacío rodando en una cuesta abajo inacabable, aún no entendía por qué el destino lo había señalado, por qué estaba su vida abocada al sufrimiento, el dolor y la muerte temprana. Nadie se lo había confirmado, no hacía falta, el tratamiento no funcionaba, y la brisa mortífera se estaba llevando cada uno de los pétalos de su flor de la vida, su cuerpo, raquítico, se hundía cada vez más sobre el frío colchón, su vista se perdía cada vez más hacia la blanca pared, su mente se marchaba frecuentemente de aquella odiosa habitación, se perdía en momentos anteriores, su primer beso, su mejor amigo, su primera novia, los incesantes ladridos de su perra, las heroicas comidas en casa de su abuela, su primera copa, su primer cigarro, su moto, los libros, los castigos de sus padres, sus padres, derrotados, aún podía escuchar los silenciosos llantos de su madre los primeros días, el obstinado silencio de su padre, se negaban a la posibilidad de que el viento se llevara a su amado hijo, por el que habían luchado años y años, al que habían amado, por el que lucharon hasta ahora, sabía que habían desistido, probablemente el médico les dio ya su pésame por adelantado, lo tenía asumido, había disfrutado, ahora respiraba por última vez, pero no había miedo, sino resignación y tranquilidad, Dios no le había permitido tener una vida, de modo que se entregaría ahora a él, el sacerdote le había dicho que lo quería en el cielo, a su derecha, viendo a sus seres más querido desde arriba, él le creía, prefería hacerlo, no soportaba otra visión, su torturada alma no soportaba más castigo, más sufrimiento, más dolor.
Pasaban inquietas y lentas las horas, y con éstas, los más allegados, ya lo sabían, su cuerpo le había dicho basta, su corazón ya había dejado de latir, desde hacía semanas, sólo cabía pesar, su mente se había resignado finalmente, era hora de abrazar la muerte, recibirla como una amiga, las horas tornaron en minutos, los minutos en segundos, y sus ojos se cerraban lentamente mientras su alma quedaba dormida en el sueño eterno.

jueves, 7 de julio de 2011

Sedición

Empapóse mi triste pañuelo,
palabras y sentimientos que fueron señuelo,
lágrimas en época de duelo.
Martirizónse nuestras miradas,
palabras, que del amor fueron camaradas,
son ahora viejas emociones enterradas.
Declinóse mi nuca sin remisión,
triste queda un mundo de imprecisión,
cabizbajo camino de la sedición.

lunes, 4 de julio de 2011

2º día en Bremen

Solo en Bremen, es la primera vez en que la experiencia es mayor que la ilusión, es sorprendente cómo he llegado sin quejarme, pero tampoco alegrándome, simplemente pienso en el interraíl que haré.
Mi primera impresión es la afirmación de que Bremen es bonita, muchos edificios evocan otras épocas, hablamos de un retroceso temporal si se goza de imaginación. Donde vivo no es tampoco una indigna chabola, aunque ciertos aspectos son mejorables, pero prefiero no quejarme, mejor afrontarlo con una sonrisa que haga el viaje más dulce.
Totalmente cierto es el hecho de que mi viaje consta de primer objetivo el estudio del alemán, prefiero no dedicarme la vida nocturna o los placeres dionisíacos, esos están para el mes que viene, este, podríamos decir, que es el mes gafota.