lunes, 4 de julio de 2011

2º día en Bremen

Solo en Bremen, es la primera vez en que la experiencia es mayor que la ilusión, es sorprendente cómo he llegado sin quejarme, pero tampoco alegrándome, simplemente pienso en el interraíl que haré.
Mi primera impresión es la afirmación de que Bremen es bonita, muchos edificios evocan otras épocas, hablamos de un retroceso temporal si se goza de imaginación. Donde vivo no es tampoco una indigna chabola, aunque ciertos aspectos son mejorables, pero prefiero no quejarme, mejor afrontarlo con una sonrisa que haga el viaje más dulce.
Totalmente cierto es el hecho de que mi viaje consta de primer objetivo el estudio del alemán, prefiero no dedicarme la vida nocturna o los placeres dionisíacos, esos están para el mes que viene, este, podríamos decir, que es el mes gafota.

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