Salve Dios tu hermosura,
estremecióme la altura
de tus piernas, la
blancura
de tu vestido en vivo contraste
con tu piel morena, es arte.
Fugaz momento en que rescataste
el sentimiento de este
servidor,
cuya frialdad olvidó el amor
hasta sentir ante ti estupor.
Cuán perfectas facciones
arrebolan mis emociones
en una calurosa tarde de
estaciones.
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